Este 20N ha sido diferente; lo he pasado en Madrid. Curso en la actualidad un Postgrado dirigido y organizado poa la UAB, la Fundació Campalans y la Escola Xavier Soto, y este martes 20 de noviembre, así como el miércoles 21, lo invertimos en una visita intensísima que consistía en asistir a una sesión del Congreso de los Diputados (lástima que sólo pudiéramos asistir a la del martes, hubiese sido muy interesante ver la del miércoles), seguida de una entrevista con algunos compañeros diputados (Eduardo Madina, Jauregui, Dani Fernández, Meritxell Batet, etc.) que supuso una gran oportunidad de conversar con los mismos y de comentar la realidad política de la mano de algunos de los que hoy por hoy se configuran como unos de los principales protagonistas de la vida política de la Cámara.
Poco tiempo pasó hasta la cena (lo justo para llegar al hotel, ducharnos y prepararnos para salir). Y la verdad es que, al margen del local (precioso), la velada fue genial: vinieron a cenar con nosotros nueve compañeros/as diputados; y, como en lugar de una única mesa, nos repartieron en tres diferentes, se configuró un espacio magnífico, idóneo para hablar con nuestros representantes de una forma prácticamente familiar. Qué gran experiencia.
Eso si, tras la cena, alguna que otra copa. Tocaba descansar un poco.
A la mañana siguiente volvimos a visitar el Congreso; esta vez vacío. La visita era guiada y nos explicaron muchísimas cosas interesantes. Incluso nos hicimos alguna que otra foto (a ver si me las pasan y las cuelgo). Nos obsequiaron, además, con una "mini Constitución de bolsillo".
Y ahí no acaba la cosa: nos dirigimos a "Casa Labra" para comer algo, local (entre bar y restaurante) en el que Pablo Iglesias y otros compañeros crearon el PSOE. No puedo dejar de comentar, a modo de anécdota que a un par de compañeros les pillaron por la calle para entrevistarlos... Les preguntaron que les parecía lo que iban a escuchar: y les pusieron el ya famoso politono de "por qué no te callas".
Dos días intensos. 16 horas de autocar que, aunque me dejaron destrozado, valieron mucho la pena.
Poco tiempo pasó hasta la cena (lo justo para llegar al hotel, ducharnos y prepararnos para salir). Y la verdad es que, al margen del local (precioso), la velada fue genial: vinieron a cenar con nosotros nueve compañeros/as diputados; y, como en lugar de una única mesa, nos repartieron en tres diferentes, se configuró un espacio magnífico, idóneo para hablar con nuestros representantes de una forma prácticamente familiar. Qué gran experiencia.
Eso si, tras la cena, alguna que otra copa. Tocaba descansar un poco.
A la mañana siguiente volvimos a visitar el Congreso; esta vez vacío. La visita era guiada y nos explicaron muchísimas cosas interesantes. Incluso nos hicimos alguna que otra foto (a ver si me las pasan y las cuelgo). Nos obsequiaron, además, con una "mini Constitución de bolsillo".
Y ahí no acaba la cosa: nos dirigimos a "Casa Labra" para comer algo, local (entre bar y restaurante) en el que Pablo Iglesias y otros compañeros crearon el PSOE. No puedo dejar de comentar, a modo de anécdota que a un par de compañeros les pillaron por la calle para entrevistarlos... Les preguntaron que les parecía lo que iban a escuchar: y les pusieron el ya famoso politono de "por qué no te callas".
Dos días intensos. 16 horas de autocar que, aunque me dejaron destrozado, valieron mucho la pena.
Alejandro Serrano S.
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