31.7.06

La insoportable crueldad.

Hace ya tiempo, años y años, cuando la inocencia propia de los infantes me mimaba a conciencia, cuando mi visión de la vida era mucho más simplista, práctica y ordenada, resultaba más cómodo soportar la realidad. Básicamente porque (supongo) el egocentrismo implícito e involuntario de la niñez me condicionaba sobremanera: lo que venía de fuera, lo que estaba más allá de mi esfera personal, no dejaban de ser datos y apuntes que de alguna u otra forma, siempre acababan siendo ordenados con un rigor categórico. Siendo un niño despierto y con muchas inquietudes, mi mente manejaba y ordenaba con soltura el mundo y ahora me sorprendo al analizar la facilidad con la que relacionaba conceptos y noticias. Esa es la magia de los niños.
Pero acabó esa etapa de mi vida. Mi mente comenzaba a organizar mis argumentos y a armar mis pensamientos de una forma más compleja; mucho más incómoda y, sobretodo, menos agradable en muchas ocasiones. Las guerras habían dejado de ser peleas entre "los buenos" y "los malos" y los héroes no eran "los líderes de los que ganaban". Fue una crisis progresiva, gradual. Me di cuenta de que para que nuestra sociedad conservara su "bienestar", otros eran exprimidos. No tardé en ver que las guerras y la justicia eran coneptos totalmente independientes. Y que para que yo hubiera podido disfrutar durante unos años de mis planteamientos de niño, otros niños y niñas con el mismo derecho del que yo dispuse a conservar mi inocencia, eran privados de su infancia de la forma más dramática que se hubiera podido imaginar.
Ayer, un informativo ofreció imágenes del último bombardeo firmado por Israel... Y vi muerte; vi desolación; vi impotencia, lágrimas y desesperación... Vi hombres y mujeres, todos civiles... Y volví a ver a esos niños, pintados a sangre, luchando por conservar el hilo de vida psíquico y físico que les queda, sin fuerzas... Y noté como se me hacía un nudo en la garganta, como los ojos se me humedecían al ver que esos niños y esas niñas, destrozados, mantenían un brillo más intenso en sus ojos del que yo hubiera visto jamás: el brillo de la esperanza, de quien sólo piensa en reencontrarse con los suyos. El brillo de la vida y, sobretodo, de la niñez.
Y me decepcioné a mí mismo.
Alejandro Serrano Sànchez.

6 comentarios:

shymist dijo...

Cualquier guerra es lamentable, ver todos los cuerpos acumulados unos encima de otros, mutilados, violados, demacrados hace que se le revuelva el estomago al mas pintado.
Quien paga el precio del poder? quien paga el precio de la venganza?...Pues los de siempre, las mujeres y los niños.
Hay una imagen que se me quedara siempre grabada en mi cabeza, no recuerdo en que guerra (Como hay pocas...) grabaron a una mujer muerta, pero estaba embarazada. Embarazada a punto de parir y la asesinaron a sangre fria.
Nosotros lo vivimos a distancia, gracias a dios, esperemos que esta guerra sin sentido (Como todas) acabe pronto.
Si no fuera asi...Dadle al boton rojo de vuestro mando, no dejara que ninguna imagen os remuerda la conciencia.
Un saludo y felicidades.

Anónimo dijo...

Al hacerse uno adulto, uno empieza a valorar y distinguir los conceptos. Pero uno solo no se puede decepcionar a si mismo. Por que las soluciones están en nuestras manos. Nosotros somos los responsables de lo que ocurre alrededor del mundo. Desgraciadamente para nosotros, la unica solución para ayudar, salvar a esta pobre gente que padecen las guerras es quitar la cosa mas insignificante de este planeta: el dinero. Pero quien esta dispuesto a hacerlo? felicidades brother! xyz

Rafa dijo...

Tienes razón Alex, es muy triste como desde nuestra posiciones "acomodadas" dentro del mundo rico, hemos de observar impotentes como nadie hace nada para evitar estas cosas. Estos actos, terrorismo puro y duro solo pueden ser evitados por los organismos internacionales. pero por desgracia estos tienen miedo a desobedecer a las grandes potencias militares y económicas. Cada dia vemos imagenes desoladoras que nos parten el corazón. el problema es que por desgracia estamos tan acostumbradas a verlas que cada vez nos resultan menos impactantes y nos hacen ser cada día más insensibles ante la crueldad. Enhorabuena por tu trabajo.

Anónimo dijo...

D’un temps ençà, consulto periòdicament el teu blog.
M’interessen molt les opinions que hi dónes, no només perquè remarques dades i dates històriques que ningú hauria mai d’oblidar, sinó també perquè aconsegueixes que el navegant ocasional s’identifiqui amb les sensacions que s’hi expressen. I, de fet, penso que l’elogi és encara més vàlid perquè, sovint, el prisma polític des del que mirem la realitat no és pas coincident.

Avui, en llegir el teu darrer article sobre el conflicte d’Israel, m’he sentit molt identificada amb el comentari sobre la manera com, de petits i d’adolescents, adaptem la realitat a la nostra manera de pensar. Recordo quan, de ben menuda, li vaig preguntar a la meva mare com ens ho havíem fet per viure a la part del món “on no passa mai res” (ni guerres, ni catàstrofes naturals...) i recordo, també, quan anys més tard vaig aprendre que aquest bocinet de món “on no passa mai res” és a escasses hores d’avió de la gran porció de món “on sí que hi passen coses”, i que, sovint, els poders fàctics del nostre petit món sa i estalvi estan molt implicats en les coses que passen allà on sí que n’hi passen...mentre els ciutadans i ciutadanes ens ho mirem perplexos.

Felicitats per aquesta tasca!

Àlex S. S. dijo...

Gràcies a tots i a totes, independentment de la vostra tendència política o dels vostres parers i criteris, per enriquir amb els vostres comentaris aquest blog.
Gràcies per la vostra participació.

Àlex Centelles Pardo dijo...

En primer lugar, pedirte excusas por la tardanza en leer el artículo pues he estado fuera estos días.
Me gustaría destacar la influencia de los medios de comunicación en nuestra concepción de la realidad. Esto es, a diario mueren civiles en Irak pero hasta que no lo leemos, oímos y, sobre todo, vemos no nos damos cuenta de lo cruel que es la muerte, ya sea producida por terrorismo de estado, grupo terrorista o asesino común.
Me pregunto si los dirigentes israelíes tienen conciencia i si esta les permite dormir tranquilos diariamente.